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jueves, 21 de marzo de 2013

EL BOLIVARISMO DE CHAVEZ

El Bolivarismo de Chávez
Por Antonio Belaunde Moreyra
Embajador en retiro

Ha muerto Hugo Chávez, finalmente. Pésame y deseo de paz para el pueblo hermano de Venezuela, que bien lo necesita.
Desde el  comienzo de su ambición política Chávez invocó la embestidura del manto bolivariano como si él y el célebre libertador fueran hermanos gemelos, con un corrimiento de tiempo, por cierto. Pero, son Simón Bolívar y Hugo Chávez, tan parecidos. No lo creo. Ya en su apariencia física fueron antitéticos: Bolívar era elegante, esbelto, según los retratos que se conservan, cosa que explica el constante favor femenino; en Chávez, en cambio, predomina un físico porcino que lo hacía poco recomendable.
Lo que Chávez y Bolívar tuvieron en común hasta la muerte fue el apego al poder, pero hay diferencias: Bolívar en el abatimiento de su retiro en la hacienda Pedro Alejandrino, hubo de reconocer que además de la salud, el juego de las fuerzas políticas lo había vencido y lanzó un mensaje desprendido a lo que era ya entonces su Nación, la Gran Colombia. Chávez, en cambio, no salió nunca del ámbito reducido de Venezuela, dentro del cual se aferró al poder sin renunciar a él hasta que finalmente murió. Cierto que Chávez intervino en Cuba, Bolivia, Ecuador y si hubiera podido, en Argentina, Brasil y Perú, pero eso dentro de un afán hegemónico, como su apoyo a las FARC.
No es lo mismo este intervencionismo Chavista que el de Bolívar, el cuál buscaba la hegemonía de la Gran Colombia. El Chavista, en cambio, se basa en una preponderancia de medios económicos, hecha posible por la abundancia de petróleo, el cual se invierte en favorecer a los regímenes afines. Esos regímenes son marcadamente izquierdistas, en cambio que Bolívar había virado hacia una convicción derechista.
De otro lado, mientras Bolívar fue de una honradez acrisolada y murió pobre, Chávez se enriqueció en el poder, desmedidamente.
Que lo piensen bien quienes quieren ponerlo como un modelo para nuestros gobernantes. Ya lo digo, pésame y deseo de felicidad para el pueblo hermano y de salida preciada a la presente coyuntura política.